Mar 132011
 

Comencé este blog con la intención de transmitir experiencias de la práctica logopédica. Mi planteamiento inicial era positivo, no me había planteado nunca la opción de mostrar la cara negativa de la profesión, no sé si porque he tenido mucha suerte o porque no me he enterado. Pero creo que hay que denunciar situaciones con las que os podéis encontrar y que son especialmente graves, ya que son los propios compañeros los que las provocan.

Vivimos en un mundo de conflictos e intereses personales, todos lo sabemos. Pero como dejé claro en el qué profesional quieres ser, no concibo los intereses personales, vacios de argumentos. No concibo el no trabajar en equipo y no concibo el intentar destruir un trabajo realizado por otro profesional para manipular a los padres. Esta situación sólo perjudica a los niños. Y seguiré pensándolo siempre.

Algunos profesionales a los que les encantaría que todo fuese blanco o negro tienen la creencia de que en el autismo la inteligencia es un elemento ausente (conclusión a la que llegan ciertos profesionales que no interpretan adecuadamente la Teoría de la Mente), cuadriculando su intervención de tal manera que, independientemente de las capacidades y reacciones de los niños, actúan igual con todos. El principio de educación especial simplemente significa para ellos, diferente a los niños sin necesidades educativas especiales. Eso, atenta además, contra los derechos fundamentales de las personas con discapacidad.

Lamentándolo mucho, creo que hay personas que, aparentemente con la teoría de la mente perfectamente desarrollada, actúan como si alguno de sus elementos definitorios (aprendizaje, memoria y toma de decisiones) no estuviesen a la altura de lo esperado en profesionales del campo.

Porque esconder a un niñ@ bajo una etiqueta y no valorar sus capacidades debe ser un error. Simplemente no se puede prejuzgar las capacidades de un niñ@, sino potenciarlas con nuestro trabajo, un trabajo conjunto: de la Familia, del Colegio especial, del Colegio ordinario y del Logopeda externo. Ningún componente del equipo debería promover la ruptura del mismo, sobre todo si funcionan de manera complementaria y se están obteniendo resultados positivos, solamente porque se crea que unos son una amenaza para otros, por el motivo que sea.

Nuestro trabajo es facilitar herramientas a nuestros pacientes para que se desarrollen como personas, nunca permitir que nuestros propios prejuicios sean un límite a sus capacidades.

¿Es necesario pedir, a estas alturas, juego límpio en el desarrollo de nuestra profesión?

 Posted by at 20:44

  2 Responses to “QUÉ PROFESIONAL no QUIERES SER”

  1. Como en todo, lo mejor es trabajar en equipo.

  2. Y en especial cuando el fin que se busca es el bienestar y el desarrollo de un niño. Pero aun así hay gente que no lo comprende.